(Foto de Cristobal Cerón.)

Por Mc Nelly Torres
Florida Center for Investigative Reporting

Como parte del paquete de estímulo económico aprobado en el 2009, millones de dólares federales llegaron a los distritos escolares públicos de la Florida. El dinero debía beneficiar a escuelas de bajo rendimiento como forma de cerrar la brecha con las escuelas más avanzadas.

Aunque la ambiciosa agenda de educación del presidente Barack Obama incluía mantener a los maestros en la escuela y renovar las aulas con fondos de leyes de recuperación económica, parte de su visión también era acelerar las mejoras en las escuelas.

“Todo dólar tiene que invertirse en hacer avanzar las reformas y mejorar el aprendizaje”, dijo el secretario de Educación federal, Arne Duncan, en el 2009. “Estamos invirtiendo una cifra significativa de dinero para retar a todos los estados a hacer más por sus alumnos”.

Sobre este reportaje

Este es el primer artículo de la cobertura sobre la financiación de la educación en la Florida: de dónde sale el dinero y dónde se gasta. Aunque los contribuyentes desean apoyar la educación, pueden considerar las escuelas públicas barriles sin fondo. Los críticos del sistema escolar afirman que las escuelas derrochan dinero en malos maestros y programas pobremente concebidos. Pero afirman que no gastan suficiente en la educación misma. Pero hay otros que dicen que no gastamos lo suficiente en la educación. Los artículos del FCIR quizás no respondan a ese argumento, pero le darán a usted detalles sobre el costo de la educación y cómo se gasta el dinero público.

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School of Hard Financial Knocks

Pero con la asistencia federal llegaron exenciones y se permitió a los distritos escolares usar los fondos para la reforma educativa para cubrir déficits en el presupuesto general operativo. De hecho, una revisión de los registros financieros por parte del Florida Center for Investigative Reporting muestra que los distritos escolares del estado gastaron de esa forma más de $890 millones en fondos federales.

Faltos de fondo como resultado de la pronunciada baja en el valor de las propiedades y los ingresos, los distritos escolares de la Florida usaron esos millones de dólares para demorar lo inevitable: difíciles reducciones de presupuesto.

Ahora, dos años después que comenzaron a llegar los fondos del estímulo federal, los sistemas escolares de la Florida están aprendiendo una difícil lección de finanzas, al verse obligados a despedir maestros, cerrar programas y apresurarse a identificar otras medidas significativas de reducción de costos, problemas agravados por el hecho que estos distritos usaron el dinero en gran medida para demorar reducciones necesarias.

Una lección de finanzas

Los problemas financieros de los distritos escolares de la Florida comenzaron en el 2007, cuando la reducción de la base fiscal y los recursos estatales, que incluyó un recorte de $1,400 millones en fondos públicos a las escuelas públicas, crearon déficits fiscales de decenas de millones de dólares.

La ley de estímulo económico del 2009, llamada oficialmente la Ley de Recuperación y Reinversión, llegó al rescate al canalizar una cifra sin precedentes de $100,000 millones a los sistemas escolares del país –$4,700 millones a la Florida — para estabilizar los distritos escolares y evitar despidos.

La inyección de dinero tenía una meta ambiciosa: acelerar las mejoras académicas en las escuelas de bajo rendimiento escolar. El gobierno federal asignó parte de este dinero bajo el Título 1, lo que significaba que estaba destinado a programas para mejorar el rendimiento académico entre los estudiantes de familias de bajos ingresos.

Pero los mayores distritos escolares de la Florida usaron más de la mitad de los fondos entregados bajo el Título 1 para pagar sueldos y prestaciones durante el curso escolar 2009-10. Más de $218 millones de los $404 millones entregados a los 14 mayores distritos escolares de la Florida se gastaron en mantener las escuelas a flote.

A nivel nacional, el número total de exenciones que permitieron a las escuelas canalizar fondos otorgados bajo el Título 1 a otras necesidades de presupuesto no tenía precedentes.

En el 2009, después de la entrega inicial de dinero del estímulo, el secretario de Educación Duncan emitió 351 exenciones a distritos en todo el país que permitieron a las autoridades escolares usar dinero del Título 1 para otros propósitos. El Departamento de Educación emitió sólo 51 exenciones en el 2008 y 35 en el 2007.

En un ejemplo, 7 de cada 9 distritos escolares de la Florida recibieron exenciones que permitieron a los administradores escolares usar el dinero extra en sueldos y prestaciones de los maestros.

Cheryl Sattler, asesor de Quincy, Florida, que trabaja con distritos escolares públicos en todo el país, dijo que el gobierno no fue claro en cómo se debían gastar los fondos.

“Una y otra vez las autoridades federales dijeron que no gastaran el dinero [del estímulo] en personal, pero al mismo tiempo enviaron el mensaje de que la ley era para salvar empleos”, dijo Sattler. “Hay que escoger entre las dos cosas”.

Algunos pronosticaron lo sucedido. Un estudio del 2010 de Bellwether Education Partners, un grupo no partidista de estudio con sede en Washington D.C., advirtió que el desvío del dinero de estímulo no solucionaría la falta de fondos a futuro.

Janet Kelly le introduce vocabulario nuevo a los estudiantes durante una lectura en Biscayne Gardens Elementary en Miami. Los estudiantes asistieron el programa de lectura en julio porque no pasaron la prueba del estado. Estudiantes de ocho escuelas atendieron el programa en Biscayne Gardens antes de volver a tomar el exámen al final del curso. (Foto de Cristobal Cerón.)

“Ese dinero se va a acabar y los distritos escolares necesitan estudiar con más detalle su presupuesto, cosa que no han hecho nunca antes”, dijo David DeSchryver, vicepresidente de Política de Educación de Whiteboard Advisors, un grupo de Washington D.C. que estudia la política de educación pública. “Básicamente han presentado programa y se han dedicado a lo suyo sin pensar mucho”.

Dan Domenech, director ejecutivo de la Asociación de Administradores Escolares de Estados Unidos, dijo que la recesión ha afectado a la educación mucho más que lo que los administradores anticiparon.

“El objetivo del dinero de estímulo era que los distritos escolares lo usaran para mejoras y reformas”, afirmó Domenech. “La realidad en la mayoría de los estados que se usaron para llenar el vacío dejado por la reducción de fondos estatales y locales en los presupuestos de educación”.

Pero ahora que los fondos de estímulo están a punto de agotarse, la economía de la Florida no da señales de mejorar.

Mientras tanto, el gobierno estatal ha reducido todavía más el presupuesto de educación. Durante el período de sesiones de la Legislatura en el 2011 se eliminaron $1,100 millones de la educación, equivalente a $542 por alumno.

Los distritos

El gobierno del presidente Obama quería que los fondos de estímulo se usaran para incentivar a los maestros con historial de ayudar a los alumnos en escuelas con un rendimiento escolar bajo histórico. Dos distritos escolares de la Florida lograron exactamente eso.

“Los maestros, para recibir este dinero, tienen que rendir bien”, dijo Kathy LeRoy, jefa académica de las Escuelas Públicas del Condado Duval. “El mayor impacto sobre el éxito del estudiante es el maestro en el aula”.

Para el curso escolar 2010-11, Duval recibió $4.1 millones en fondos federales, que se usaron para incentivar a 1,982 maestros en 28 escuelas de bajo rendimiento.

Pero al igual que muchos distritos escolares de la Florida, Duval también encontró formas de atraer dinero extra del gobierno federal. Los administradores escolares de la zona de Jacksonville identificaron 11 escuelas secundarias y 9 escuelas intermedias y las agregaron a la lista de las instalaciones del Título 1, lo que significó $5.8 millones adicionales en fondos de estímulo para pagar los sueldos y beneficios de maestros, así como personal suplementario como tutores de Lectura y Matemática. Los administradores también usaron parte del dinero en combinación con otros fondos para ofrecer cursos de capacitación a los maestros.

A pesar de los fondos de estímulo, las Escuelas Públicas del Condado Duval pasan por problemas financieros significativos, como un déficit de presupuesto de $97 millones para el próximo curso escolar.

Cómo los distritos consiguieron las exenciones federales

La financiación federal de la educación dirigida a mejorar las escuelas de bajo rendimiento tiene exigencias: normas sobre cómo debe gastarse el dinero.

Eso es especialmente cierto en relación con el Título 1, cuyo propósito es ayudar a los alumnos con problemas de rendimiento escolar de las escuelas de bajos ingresos.

La ley federal exige que los distritos escolares inviertan al menos parte de sus fondos en tutoría, transporte y otros servicios para alumnos que asisten a escuelas de bajo rendimiento.

Pero en el 2009 el secretario de Educación federal, Arne Duncan, invitó a los estados a solicitar fondos adicionales como parte del paquete de estímulo. Aunque el gobierno del presidente Obama expresó en público que el dinero debía ir a iniciativas de reforma de la educación, los empleos eran también una prioridad para la administración y las exenciones permitían a los distritos usar el dinero para cubrir déficits para sueldos y otros problemas de presupuesto.

Para obtener las exenciones, los distritos presentaron propuestas sobre cómo se usaría el dinero y las formas en que las escuelas seguirían ofreciendo asistencia a los estudiantes acogidos a programas del Título 1.

La mayoría de los estados se apresuraron a recibir el dinero del estímulo.

Sólo un estado, Vermont, no solicitó exenciones. El Departamento de Educación de la Florida, en comparación, solicitó 11 exenciones.

El 19 de noviembre del 2009, el Departamento de Educación federal otorgó a las escuelas de la Florida exenciones para obviar seis exigencias, dando así a los distritos escolares la flexibilidad para usar los fondos para otros propósitos.

La exención más importante en la Florida fue sobre la exigencia que requería que los distritos escolares gasten una parte de los fondos en opciones de escuelas, transporte y asesoría escolar para alumnos de escuelas de bajo rendimiento. La exención ofreció más de $428 millones en fondos públicos para 62 distritos escolares.

Desde entonces, los distritos escolares han presentado enmiendas a sus propuestas, fundamentalmente para financiar el sueldo de los maestros, asesores de Lectura y Matemática, así como capacitación de maestros y compra de equipamiento y suministros.

Mc Nelly Torres

Miembros de la junta escolar de Duval anunciaron en junio que habían equilibrado el presupuesto. La licencia sin sueldo de maestros y otro personal, que se espera le ahorren al distrito $7 millones, fueron la mayor parte de las reducciones.

En comparación, los administradores escolares del Condado Hillsborough, reconocieron desde el comienzo que los fondos de estímulo se acabarían. Aunque el distrito todavía tiene problemas económicos, Hillsborough usó los $6.5 millones que recibió por concepto del Título 1 para ofrecer incentivos a 1,650 maestros en 40 escuelas durante dos cursos escolares, 2009-10 y 2010-11.

“Ese momento llega después de dos años y para entonces el dinero se habrá gastado”, dijo Jeff Eakins, director del programa de Título 1 de las escuelas públicas de Hillsborough en Tampa. “Y por eso es que hemos implementado esas inversiones para que tengan un impacto a largo plazo”.

Hace dos años, Alberto Carvalho, superintendente escolar de Miami-Dade, apoyó la decisión del estado de solicitar exenciones. En una carta del 17 de julio del 2009, Carvalho exhortó a las autoridades estatales de educación a solicitar “todas las exenciones posibles para las escuelas de la Florida con el fin de maximizar la flexibilidad en las necesidades de los distritos escolares”.

Las perspectivas financiera para Miami-Dade, el cuarto mayor distrito escolar del país, no parecían muy brillantes cuando Carvalho escribió la carta. Su distrito escolar ha implementado reducciones por más de $300 millones, y más adelante este año habrá más.

Aunque los líderes escolares de Miami-Dade usaron parte del dinero de estímulo para mejorar programas del Título 1 — como mayor acceso a la tecnología, programas de ciencias en línea y en persona, así como capacitación de maestros — la mayor parte de los $96 millones que recibió bajo el Título 1 se invirtieron en pagar sueldos para retener y contratar personal.

“Creo que muchos de los éxitos y las cosas buenas de los últimos tres años no se habrían concretado sin esos fondos”, dijo Magaly C. Abrahante, superintendente escolar adjunta de Miami-Dade a cargo de los programas del Título 1.

Al preguntársele si pensaba que las expectativas de reforma de las autoridades federales de educación no eran realistas, Abrahante reconoció que la situación económica del estado ha evitado que los distritos escolares usen los fondos para sus objetivos iniciales.

“Creo que, hasta cierto punto, la situación financiera ha sido una distracción”, dijo Abrahante. “Y bajo esas circunstancias, los distritos han hecho lo que han podido para mantener las escuelas en funcionamiento”.

Miami-Dade, donde 72 por ciento de los alumnos cumplen los requisitos para recibir almuerzo gratis o a bajo costo, está en mejor situación que la mayoría de los distritos escolares de la Florida. Eso se debe, en lo fundamental, a que los administradores han modificado significativamente el presupuesto, como reducciones de sueldo a los directivos, directores de escuelas y la policía escolar. Además, se redujeron los fondos para servicios de transporte y oficina, así como los programas para adolescentes en problemas.

Sin duda, la mayoría de los distritos escolares de la Florida están peor que hace dos años, cuando comenzó a llegar el dinero de estímulo.

Directivos del Distrito Escolar de Manatee estudian reducciones fuertes, como cortes de sueldo a los maestros, administradores y otro personal.

En el Condado Seminole los administradores escolares tenían esperanzas de que se aprobara un referendo que habría aumentado el impuesto a las ventas y a la propiedad para cubrir el déficit de presupuesto del distrito, de $26 millones, para el año escolar 2012-13. Pero la Junta Escolar del Condado Seminole abandonó la propuesta después que activistas del Tea Party protestaron en agosto.

Por su parte, la Junta Escolar del Condado Broward redujo en $170 millones el presupuesto de $1,900 millones del distrito. Los cortes se centraron en programas como arte, música y educación física. También contemplan el despido de 1,400 maestros y 594 empleados no docentes, entre ellos secretarias y custodios y asistentes de clase.

Como el Departamento de Educación envió mensajes poco claros sobre cómo se debía gastar el dinero del estímulo, los resultados han sido dolorosos.

“El programa no se implementó en las mejores circunstancias”, dijo Jack Jennings, presidente del Center on Education Policy, un grupo no partidista de investigación de la educación de Washington D.C. “Las intenciones fueron buenas, pero la ejecución no, porque no había nadie en el Departamento de Educación para implementarla. Había mucha presión para liberar los fondos”.

Al final todo ha sido una lección colectiva para los distritos escolares de la Florida, dijo David DeSchryver, de Whiteboard Advisors. “Es la necesidad de ser más sofisticados en materia financiera”, afirmó.

Pero incluso así, la financiación futura de las escuelas públicas de la Florida es incierta, en medio de ingresos reducidos por concepto de impuestos estatales y locales. Y dada la situación del mercado inmobiliario, es posible que no se toque fondo a corto plazo.

Domenech, de la Asociación de Administradores de Escuela de Estados Unidos, dijo que la financiación de la educación pública seguirá sufriendo hasta que el estado y el país salgan de este período de crisis económica e incertidumbre.

“Es difícil”, dijo Domenech, “y seguirá así un tiempo”.

Este reportaje fue financiado, en parte, con una donación del Fund for Investigative Journalism, una organización de Washington que otorga donaciones para apoyar el periodismo investigativo y por la comunidad de Spot.Us.